FRANCISCO   BENKO

Cumple  94 años

Es una leyenda del juego-ciencia. Nació el 24 de junio de 1910 (el mismo año que otro célebre como el inolvidable Miguel Najdorf) en Alemania, aunque figuraba como húngaro por su padre. En 1952 se nacionalizó argentino.    

El ajedrecista Francisco Benko es un personaje cuya vida parece surgida de un cuento fantástico, de una novela romántica de la Edad Media que ahora, rumbo al siglo de vida, se considera "mucho más" que "un maestro de ajedrez", como lo reconocen los contemporáneos del ambiente.

Don Franz, o Francisco, como se lo empezó a llamar en Argentina, es el jugador más veterano en actividad del mundo, "aunque hay un tal Paoli, italiano, que también juega, aunque lo hace muy de vez en cuando", advierte Benko en el comienzo de una extensa entrevista realizada en su "segunda casa", el Club Argentino de Ajedrez.

Claro que su longevidad también deja huella y Benko está muy cerca de ingresar al "Libro Guinnes de los Records", puesto que ya participó en 18 campeonatos nacionales, el último este año, lo que ya homologaría esa distinción.

El año pasado el famoso centro Max Euwe, de Amsterdam, en conmemoración del centenario del nacimiento del ex campeón mundial holandés que le dio su nombre, realizó una competencia de finales de estudio. El Gran Maestro Jann Timann fue el presidente del Jurado y Benko obtuvo la quinta Mención de Honor.

En el número siete de la prestigiosa revista "New in Chess" el propio Timann destacó la composición de Benko, y por estos días el influyente diario brasileño "Estado do Sao Paulo" publicó dos estudios premiados del Maestro desde hace medio siglo con cédula argentina.

Personaje versátil

Este personaje tan particular y versátil, amante de la música clásica y conocedor de los secretos más recónditos de las 64 casillas que conforman un tablero de ajedrez, acumula anécdotas increíbles a lo largo de su polifacética existencia, resaltando siempre al Club Argentino de Ajedrez como su teatro de operaciones preferido.

Con una voz que aún delata su origen europeo, Benko recordó que "un día de 1960" fue a ese club y encontró "muy poca gente. Pero en eso apareció nada menos que Robert 'Bobby' Fischer (ex campeón mundial). Como no había adversarios más calificados a la vista me invitó a jugar blitz. Y en la primera, sorpresivamente, lo vencí", apuntó.

"Claro que después se puso serio y me ganó tres seguidas", aclaró inmediatamente, dejando escapar una sonora carcajada que deja ver su dentadura carcomida por la falta de calcio que lo aquejó durante la pubertad, cuando quedó huérfano.

Tres años antes de que se desatara la Segunda Guerra Mundial, en 1936, decidió emigrar a la Argentina a raíz de la difícil situación que atravesaban los judíos en Alemania en esos momentos.

"Pero en Argentina la situación no era fácil, así que trabajé de lo que viniera. Y tiempo después traje a quien sería mi esposa, a la que solamente dejaron desembarcar en el Puerto de Buenos Aires porque me había comprometido a casarme con ella, ya que las normas para los exiliados eran muy estrictas en ese entonces", rememoró.

Casamiento y rescate

"Cómo sería que el mismo día que llegó tuvimos que ir acompañados por un policía hasta el Registro Civil de la calle Paraguay y casarnos inmediatamente. Pero gracias a eso pudimos rescatar a más familiares que se vinieron en el último barco que dejaron salir de Alemania en 1939", precisó.

Todavía hoy sigue concurriendo a la Comisión de Energía Atómica, en donde ingresó en 1966 de la mano de Dan Beninson, una eminencia mundial en la materia, y no olvida el lugar en el que se jubiló, la biblioteca de Ezeiza.

Porque Benko, que apenas llegado sufría porque no lograba hacerse entender en Buenos Aires, ahora habla perfectamente en cuatro idiomas y se hace entender en otros diez, se prende en cuanto torneo de ajedrez hay en el país y tiene como próximo desafío jugar el Mundial Senior (para mayores de 60 años) que se desarrolla todos los años, paradójicamente, en Alemania.

Es que en tierra germana están depositados los primeros recuerdos del Benko ajedrecista, como por ejemplo aquella simultánea que jugó en 1928 con el ex campeón mundial Alexander Alekhine, haciendo tablas, algo que repitió al año siguiente.

Por eso ya en Buenos Aires, diez años después, concurrió a ver el Torneo de las Naciones de 1939 que se disputó en el Teatro Politeama, muchos de cuyos participantes se quedaron en la Argentina, figurando entre los más conocidos Najdorf y Eliskases, aunque también se quedaron Luckis, Feigins, Stahlberg, Frydman y otros. Para esa época se jugaba simultáneamente en la capital argentina el Campeonato Mundial Femenino, que fue ganado por la checa Vera Menchik.

"En una de las rondas me paré junto a mi esposa para ver la partida en la que jugaba Maria Angélica Berea, más tarde la primera Maestra Internacional Argentina, y le comenté: mirá qué linda mujer. No imaginaba que 25 años después me casaría con ella, yo viudo y ella divorciada", relató.

 Con don Miguel

Cuando se encontraba con Najdorf, era muy normal que Benko le hiciera bromas respecto de sus edades. "Lo conocí en esa Olimpíada del '39. El hablaba alemán fluidamente y nos entendíamos muy bien. Me preguntaba dónde podía conseguir trabajo. Yo no sabía, si apenas tenía el mío", argumentó"Franz" como disculpándose después de más de seis décadas.

Benko es conocido por poseer una extraordinaria colección de problemas de ajedrez artísticos, que conserva en pequeñas libretitas negras. Una muestra de su conocimiento sobre el tema lo indica la cantidad de premios que obtuvo sobre el tema, como el segundo premio especial en Moscú, en 1961, por un "Mate en 4 jugadas".

También de su autoría es el "Mate en 3 movimientos", que fue publicado en el Britisch Chess Magazine en 1950, en ocasión de un concurso de solucionistas. Su espíritu emprendedor y creativo lo llevó también por otros caminos ajedrecísticos. En 1939 inventó un tablero especial para la enseñanza de este deporte. Era de madera y fue patentado en Argentina, México y Estados Unidos. "Estuvo en la vidrieras de Harrods y Gath y Chaves durante meses. Se hicieron 1.000 tableros y se vendieron todos. Costaban mucha plata, unos 30 pesos que en esa época era una fortuna", afirmó.

"Yo seguí con la tradición y al reverso de las firmas de los músicos empecé a coleccionar otras, las de grandes ajedrecistas como Capablanca, Alekhine, Kasparov, Karpov, Spassky (vivió un tiempo en su casa en 1983), Tahl, Petrosian y otros tantos", comentó con indisimulable orgullo.

Además tuve en mis manos un artículo poco divulgado que se escribió en 1932, en el que constaba que Shakespeare era solamente un testaferro de Rogers Manners, Conde de Rutland, hombre emparentado con muchos Reyes de Inglaterra", apuntó.

"Casualmente ese hombre murió en 1612, año en que Shakespeare también cesó su producción. Lo más interesante es que ese conde estuvo en la Universidad de Padua.

Allí fui por curiosidad y advertí que inexplicablemente muchas obras de él con escenario en Italia tienen como protagonistas a dos compañeros de estudio del Conde de Rutland como Rosenkrantz y Guldenstern, personajes de Hamlet", puntualizó.

Del ajedrez a la música, de Alemania a Argentina, viviendo siempre para adelante, con objetivos como zanahorias que alimentan su existencia plagada de emociones. Así es Benko. Una leyenda viviente que habita otros mundos, más allá del de los trebejos.

( del Diario La Unión, diciembre -2002 ) ……………………………………………..

Benko Francisco - Zucotti Eduardo [C50]

VII Grand Prix, 1985