DOMÉNICO L. PONZIANI
1719-1796 |
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Doménico Lorenzo Ponziani nació
en Módena en 1719 y murió en 1796. Es probablemente el más grande de
los compositores de Estudios de Ajedrez del siglo XVIII. Se consagró
sacerdote en 1764, y fue jurista y profesor de la universidad. Vivió
en la villa de Santo Crocifisso de “La Crocetta”, muy cerca de
Módena, Italia.
En el ducado de Módena se
destacaron en el siglo XVIII tres ajedrecistas y autores cuyas obras
ejercieron gran influencia sobre los tratadistas del siglo siguiente
y aplicaron los nuevos cánones estéticos y técnicos en el arte de la
composición ajedrecística. Ellos fueron Ercole del Rio, Giambattista
Lolli y D. L. Ponziani.
Doménico Lorenzo Ponziani fue un
personaje importante del clero católico de Módena, abogado,
distinguido ajedrecista y autor, que era canónigo cuando en 1769
editó su libro “El juego incomparable del ajedrez…”, si bien lo hizo
bajo el discreto anonimato de “autor modenés”, seguramente para
preservar la dignidad de su jerarquía eclesiástica.
Ponziani
fue en todo un hombre muy responsable, jugador de estilo posicional
–como lo demuestra la apertura que lleva su nombre por ser su
planteo favorito- recién cuando renunció a su cargo de protonotario
apostólico por razones de salud pudo dedicarse por entero a sus
estudios predilectos, entre ellos el ajedrez. Dominaba varios
idiomas y eso le permitió leer a otros autores en su lengua y dar a
conocer las opiniones que le merecían
en su libro.
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Su obra, bastante exitosa, tuvo
tres ediciones y sus valores ajedrecísticos están fuera de toda duda
a pesar de algunas particularidades locales de las reglas italianas
del juego. La primera parte contiene los principios teóricos, en la
segunda se analizan las principales aperturas y en la tercera se
tratan los finales y otras obras compuestas.
El juicio de Ponziani sobre
algunas posiciones teóricas singulares ha sido en general acertado:
dio la versión exacta de la posición de tablas en el final de Dama
contra dos caballos y de Dama contra Alfil y Caballo; aunque también
dijo –quizá influido por los análisis de Philidor- que Torre y Alfil
vencen regularmente contra una Torre, lo cual fue desmentido con el
correr del tiempo.
Sus problemas no van más allá de
todo lo conocido en la época; son interesantes pero no demasiado
originales y se ve que fueron concebidos como juegos de partida. En
cambio, sus finales suelen resultar sorprendentes, no sólo por sus
ideas y por la estricta economía en el uso del material, sino
también por la dificultad de la solución, que a veces hasta llega a
superar al mismo compositor.
Ponziani cierra su libro con diez
composiciones sin incluir las respectivas soluciones, proponiéndole
al lector que él mismo las descubra con su propio esfuerzo, como un
medio útil de enseñanza.
Entre sus trabajos, mostramos los
siguientes:
Nº 275
Gana el Negro.
Es obvio
que para ganar, el Negro debe conservar el Pg6: 1… Ce4+ 2.Rh3 (si
2.Rf3 Cc5! 3.h5 gxh5 4.Rg3 Cd3 5.Rh4 Cxf4 6.c5 Rg6 y gana) 2… Cf2+
3.Rg3 Cd3 4.h5 (si ahora 4.Rh3 Cxf4+ 5.Rg3 Re4 6.c5 Ch5+ etc)
4….gxh5 5.Rh4 Cxf4 6.c5 Rg6 7.c6 Cd5 8.Rh3 Rxg5 9.Rg3 h4+ 10.Rh3 Rh5
11.Rh2 Rg4 12.Rg2 h3+ 13.Rh2 Rh4 14.Rg1 Rg3
15.Rh1 Cf4 16.c7 Cd3 17.c8=D Cf2+
y mate inevitable. Un final de gran nivel técnico para la época.
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Nº 276
Negro hace tablas
El tema de la “torre suicida”
1…Tg7 2.Cg3 (si 2.Th2 Th7 ó 2.Tg3 (g1) Txg3 3.Cxg3 e2 y
tablas; y si 2.Cf4 Txg2 3.Cxg2 e2 4.Ce1 , es imposible que el
blanco pueda ganar) 2…e2 3.Txe2 Txg3, y según el enunciado,
el autor debió suponer que ahora, o más adelante, este final era
tablas.
Con la experiencia de mis
análisis en el estudio de Capablanca, sabía que esta posición no
podía darse por tablas y pronto hallé la verdadera solución; pero
más tarde me enteré que en 1878 en “Nuova revista degli scacchi”,
L.Centurini ya había demostrado cómo ganaba el blanco. A él le
cedo pues todos los derechos de prioridad.
4.Rb6 Tb3+ 5.Rc7 Tb7+
6.Rd6 [si 6.Rc8? Tc7+ y tablas; pero no
6…Tb2? 7.Te4! Ta2 8.Tb4). 6…Th7 7.Tb2 Th6+ ( o 7…Th8)
8.Rc5 Th5+ 9.Rb6 Th2 10.Tb5!
Th5 (si
10…Tb2 11.Cb4 Rb8 (11…Tb1 12.Rc7) 12.Ca6+ Ra8 13.Cc7+ etc.)
11.Ce5!
Th7 12.Rc6 !
(no 12.Ta5+ Rb8 13.Cc6+ Rc8 14.Ta8+ Rd7 ! 15.Ta7+
Rc8 16.Txh7 ahogado; o bien 16.Ce7+ Rd8! 17.Ta8+ Rd7!) 12….Ta7
Pierden también: 12…Th6 13.Rc7 Ta6 14.Cc6 Tb6 15.Ta5+; o
12…Tg7 13.Tb1 Th7 14.Tg1! Te7 15.Cd7, etc. ó 12… Te7 13.Cd7 Te6+
14.Rc7 Ra7 15.Tb7+; y aún 12…Tb7! 13.Td5 Te7 (si 13…Tg7 o 13…Th7
14.Td1,etc.) 14.Cd7 Te6+ 15.Rc7 Ra7 16.Td1 Th6 17.Ra1+ Ta6 18.Th1
Ta2 (18…Tg6 19.Ce5, etc.) 19.Cb8 seguido de 20.Cc6+ y 21.Tb1.]
13.Cd7 Ta6+ 14.Rc7
Ta7+ 15.Rc8 Ta3 16.Tb8+ Ta7 17.Tb7+ Ra6 18.Cb8+ Ra5 19.Cc6+ y gana.
Si bien es cierto que el
estudio de Ponziani fue demolido, es de celebrar el aporte teórico
que significó la misma demolición.
(Tomado de “El arte del estudio
de ajedrez” de Zoilo R. Caputto, Madrid 1992)
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